BAILEMOS HASTA EL ALBA
- Ambross S. Told
- 1 nov 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 dic 2020
Esta noche no será de cuarentena; de hecho, esta noche habrá fiesta. Será una fiesta de gala.
Mi abuela vestirá de largo y con un terciopelo carmín; en su rostro adornará colores de luz y brillo, su cabello moldeado y alto irá sostenido con 3 flores amarillas. Sobresalen sus ojos, los cuáles cargados de pestañas y detalles dorados permiten la entrada a otro mundo a través de ellos.
Dice ella que todos debemos presentarnos a la altura, será una fiesta inolvidable. Trajo consigo un perro, nunca entenderé porque la abuela siempre con los seres desvalidos. ¡Vaya perro y vaya abuela, creo que fue un viaje largo y no comieron suficiente! Apuesto que desquitan esta noche.

A lo lejos se oyen las campanas de la iglesia y el sonido hace eco en la plaza de afuera, se respira solemnidad y emoción en el ambiente. Los papeles de colores ya cuelgan fuera y dentro de las casas, las calles huelen a pan y el humo del chocolate caliente sale por las ventanas. La gente se da prisa, se respira emoción y algo parecido a la tristeza, aún no lo veo claro. ¡Que fiesta tan chusca, ni de aquí, ni de allá, todo es ambiguo! Pero me encanta verte de nuevo abuela, tardaste mucho en volver.
Chis, chas…chis, chas… Parece que hay música en la plaza; sonajas y el rechinar de las cuerdas de una guitarra cantan al unísono con el ulular de la lechuza y el soplo del viento nocturno. ¿Y esa mesa de mantel blanco y tamaño sin igual? Parecen las escaleras de mi casa. Pero si está llena de comida deliciosa, dulces, agua y hasta tamales. Como los que le gustaban al abuelo.
Se encienden las velas, la mágica noche me envuelve y me atrae. Afuera en la plaza nos rodean flores de todos colores y luces que no logran ocultar las sombras de vestido largo y sombrero de copa. Inolvidable le quedo corta a esta fiesta.
Mi abuela se torna sombría y no alcanzo a distinguir su calidez peculiar. Tal vez cambió un poco en el tiempo que dejé de verla. Al recogerse el cabello hacia un lado, sobre su hombro, alcanzo a ver su piel descuidada; su aroma tampoco es el de antes, ahora huele mucho a flores blancas. Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando su gélida mano toma con cariño la mía y dice: solo por hoy bailemos como aquella tarde. El mundo estará de gala hasta el alba y cada visita se desvanecerá al amanecer. Es una fiesta entre 2 mundos y nadie dejará de celebrarla. Este 2020 es un año sin igual, el 02 de Noviembre resonará en tu generación como himno de guerra. La muerte nunca estuvo tan cerca de nuestros hogares como este año, el luto es compartido y el dolor revivido. Celebremos y lloremos juntos que la muerte, solo por hoy es amiga, hace tregua y permite que nuestros mundos se acaricien.
No llores pequeño, no es un día triste. Hoy es un día de fiesta. Solo por hoy no hay cuarentena, solo por hoy, bailemos hasta el alba.
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